Hoy domingo haremos algo muy chulo, nos juntaremos (parte de) los que son mi familia madrileña (fuera de la familia de sangre) y haremos una recreación de una de las actividades de mi hogar que más amo: un almuerzo dominguero familiar.
Desde hace algunos meses descubrí que los encuentros que mezclan amistad y gastronomía me encantan, sobre todo cuando el grupo es intercultural pues permite mostrar las cositas de los míos que pueden gustarle a los tuyos y sacar en evidencia la riqueza de cada uno. Incluso, con una amiga, (la Bea) cuando quedamos suele ser para hacer «cocinitas» y con otra (la Queenie) hicimos el trato de que al menos una vez a la semana haríamos un «cocinao».
Pues hoy haré (con más gente ayudando claro) dos pastelones, ambos de yuca con papa, el primero relleno de muuuuuucho queso y el segundo relleno de carne de soja. Una amiga mexicana de la que host llevará unos taquitos con mole, y una opción vegetal para mi.
El día parece prometedor y me encanta la idea de juntarnos simplemente por juntarnos, no porque alguien cumple años, ni por que hay que despedirlo, sino simplemente porque queremos cocinar, comer y disfrutar de un buen ratito juntos. Si la amistad es razón suficiente para celebrar y no se necesitan más excusas de las ganas de exaltarla ¿no creen?
Cuánta razón tienes Maricha! «Cocinitas» al poder!! =)