Confesiones del día del viaje

Ayer domingo fue un día complicado, socialmente activo (demasiado para mi gusto). Fue mi último día en Santo Domingo, lo cual implicó visitas familiares, almuerzo, encuentros de amigos y preparación del equipaje.

Al final del día, exhausta tanto física como emocionalmente abrí la portatil, revisé mis redes sociales, mis correos y pasados unos minutos me di cuenta de que me faltaba algo, fue entonces cuando recordé que tenía un blog.

Todo el día había estado tan concentrada que me despisté totalmente. Mi bebo quedó en el olvido y al principio me sentí mal, mala madre o algo así, pero luego me di cuenta de que esto era un gran paso. Y significaba el reconocimiento de algo muy bueno:
Yo no soy mi blog, mi blog es un reflejo de lo que soy.
Sé que parece una frase muy lógica (sobre todo si la lees en voz alta), pero muy fácil de pasar por alto al igual que casi todas las obviedades pues uno a veces se sumerge tanto en este mundillo que olvida el que no es binario.

Me di cuenta de esto porque en vez de concentrarme en llevar mi vida virtual en estos últimos días me he concentrado en vivir la real. En visitar y compartir con mis amigos de siempre, en disfrutar de mi amada familia, de los hermosos paisajes de mi tierra, en engordar con mis platos favoritos… Y eso siempre me llena el alma de alegría.

Mañana vuelvo a Madrid, a cerrar un capítulo académico, a buscar descomplicar situaciones y a darle una nueva oportunidad a la segunda ciudad del mundo que siento propia.

Sin lugar a dudas tengo miedo, mucho. Pero al mismo tiempo confío en que la vida sabe porque coloca ciertos angelitos en mi vida y que sabrá traerme muchos más, independientemente del lugar en que me quiera. Lo bueno es que tengo mucha ilusión, que creo haber reencontrado mi norte y para mi el hecho de llegar a conclusiones como la mencionada arriba lo demuestra.

Esta es una nueva etapa, no sé si un final o un principio, pero en cierto modo la viviremos juntos así que prepárense, que espero puedan disfrutar de mi reflejo virtual tanto como yo disfruto de vivirlo en carne y hueso.

Nos leemos del otro lado del mundo, tengan un lindo inicio de semana y reciban pegotes de buena vibra, que es la mejor forma de arrancar algo 🙂

3 comentarios en “Confesiones del día del viaje”

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