¿Qué deseo pueden tener la totalidad de 8 chicas que vienen de contextos y áreas profesionales distintas? ¿Qué están dispuestas a hacer para conseguirlo?…
En realidad era un día de lluvia, de tormenta pre-ciclónica, para ser más puntual y al menos yo lo que realmente deseaba era irme a casa, sobre todo para no seguir escuchando a mi madre preocupada -con razón- por las posibles inseguridades.
La tarde mejoró, la foto estaba hecha y la petición fue al más clásico estilo Celia Cruz: ¡Azúcar! Bien aceptada y complacida, fue además acompañada por el descorche de unas burbujitas que facilitan el alegrar la tarde.
A fin de cuentas, ¿quién no sonríe entre dulces y burbujas? Confieso que esos pequeños momentos son algunos de los beneficios paralelos de trabajar en una empresa de espíritu joven 🙂