Hoy es 11 de marzo y me siento bipolar. Estoy ante una de esas clásicas ambivalencias entre vida y muerte.
VIDA | En 1921 nos regalaron a Piazolla genio musical que puso a pivotar con sus tangos una infinidad de almas, entre ellas la mía. Tango, género amado que ya no bailo, que probablemente olvidé, pero que me me hace pendular inconsciente con unos pocos acordes y me llena de ganas de volver a disfrutar del placer de una pieza bien bailada.
MUERTE | En 2010 me robaron a Saydia, amiga de la infancia y dueña de la sonrisa más cálida y hermosa que he jamás he conocido. Un hermoso ser humano con un corazón tan pero tan grande, que pese al tiempo y la distancia aún se siente su cariño y no sólo en mi, sino en todo aquel que fue bendecido con su presencia y que contó con la dicha de conocerle.
Si tuviera que definir mis emociones el día de hoy usaría una sola palabra: NOSTALGIA. ¡Que curioso es que compartan caledario dos detonantes de emociones tan distintas! Que mientras unos nos tocan la vida a través de su arte, otros nos la cambian con el día a día y ambos saben, desde dimensiones distintas dejar extraños vacíos con su ausencia.
Y si, sé que no hay vida sin muerte, que es natural, necesario y cualquier otro argumento que pueda inventarse al respecto. Pero como he dicho en ocasiones anteriores: hay muertes que jamás se superan y son precisamente aquellas que te cambiaron la vida.
Asì tengo yo el 14 de febrero como un día en que me siento bipolar pues es un lindo día social pero murió una persona amada. Te comprendo perfectamente.
Gracias Elen por tu comentario, como de complicada es la vida a veces ¿no?