Continuando con la serie de ‘mi cambio de vida’ y la narración de mis ‘aventuras’ en África. Quiero hablarte ahora de uno de los más importantes temas: el gastronómico. En sentido general no me puedo quejar, pues exceptuando el horrible episodio estomacal de las primeras semanas (que por suerte y gracias a la ayuda de mi cuñada fue superado), en este aspecto todo ha marchado bastante bien.
La comida en Etiopía es muy particular y sobre ella entraré en detalles más adelante, pero quiero arrancar por lo que más feliz me tiene: hay muchos productos comunes a los que están disponibles en República Dominicana. Acá he podido encontrar: guineo (banana), lechosa (papaya), tomates, pepino, lechuga, naranjas, toronja rosada (pomelo), aguacate, piña, guayaba, batata (sweet potato), limón, cebolla, ajo, pimiento morrón verde (green bell pepper), espinacas, auyama (calabaza) jengibre, oregano, miel… Y un montón de granos: lentejas (de varios colores), chícharos, habichuelas rojas (alubias)… En fin, que mi necesidad de adaptación a muchos vegetales ha sido casi nula. Por otro lado, contrario a lo que yo asumía (y que probablemente asumes tu también) ¡no hay yuca, ni plátano, ni yautía, ni ñame! En ese sentido parece que estoy en la parte equivocada del continente. Acá los víveres no son muy populares que digamos y eso lo extraño en sobre manera porque yo si que soy loca con ellos.
Un tema que mi organismo debe estar agradeciendo (pero mi persona no) es el de los lácteos. Acá no hay ni una costumbre ni una industria ‘lechera’. Si, en los supermercados venden leche pero en funditas que no me inspiran NADA de confianza, sobre todo después de escuchar como el padre de un alemán compañero de trabajo de Roland se enfermó feo porque acá no pasan la leche por el proceso UHT así que no solo todos los nutrientes, sino también TODAS las bacterias y enfermedades llegan de la vaca a tu boca o.0.
Sobre los quesos, ¿qué decir? Son un lujo… ¡Literalmente! Un trocito de parmesano puede costarte fácilmente 20 dólares y ni hablar de otros. Las únicas opciones viables son un queso local tipo gouda, llamado ‘Sholla’ y las creaciones de un italiano que nos ofrece bajo la marca ‘Cheese World’ mozzarella, queso crema, camembert, brie y ricotta a precios cuasi-aceptables. Sobre los embutidos (que aunque yo no los consumo, Roland si…) igual: no hay cultura de embutidos, los pocos locales ‘no son de calidad’ y al final 200 gramos de jamón, salami o chorizo saben costar más de 10 dólares…
No es normal que la población etíope coma cerdo y el pollo aunque mucho más común, entre algunas personas no es tan popular (Yared por ejemplo no lo come). Acá las pobres vaquitas la llevan difícil y, sobre esta carne, Roland me dice que la mayoría de la que está disponible es de viejunas cuya carne es dura y no tan jugosa (yo le creo, porque imagínate…)
Para mi dicha este país es muy religioso (nunca pensé que haría esa afirmación) y tiene múltiples días al año en el que hacen una especie de ‘ayuno’ que llaman ‘Tsom’ en el que no comen productos animales. Así que, a diferencia de otras culturas, acá entienden qué es ser vegetariano y no van a esconder un trocito de jamón, tocineta o una cucharada de manteca animal en medio de mi comida.
El día a día de la gastronomía Etíope, hasta cierto punto, puede resultar un poco monótona (al igual que la dominicana puede ser cansina para los extranjeros cuando ven todos los días repetir nuestro clásico arroz con habichuelas) pues se basa en una especie de pan/crepe/cuestión/asunto llamado ‘Injera’ y sus respectivas ‘compañas’ que suelen ser llamadas ‘Wat’. Las compañas más populares son los granos hechos a modo de estofado denso (especialmente el shiró), espinacas y carne jugosa (mayormente de vaca o pollo, como ya te aclaré arriba). Un detalle sobre esta cultura: se come con las manos. Te explico más en detalle para no liarte.
La injera (que quizá es masculina pero no me entero) viene siendo como el arroz de los dominicanos o la pasta de los italianos: está en todo. Nota al margen: pronto voy a preparar en Cultoural.com un detallado artículo para que puedas conocer más sobre este producto, base base de la gastronomía etíope.
¿Cómo se come? Normalmente se sirve en el plato un trozo de injera semi-desenrollado sobre el que se colocan los wat, que son bien jugosos. Luego se cortan con las manos trocitos de injera que se mojan en el wat o se usan para recoger los vegetales o la carne y éstos se llevan a la boca. Dato importante: se come con la mano derecha, pues en teoría la izquierda es la que se usa para temas más mundanos, como aquellos vinculados con el baño.
Otro asunto (de nuevo bueno para nuestra salud) es que en el mercado Etíope no hay mucha variedad de alimentos procesados, la mayoría son importados o hechos por dos o tres extranjeros emprendedores y por lo tanto sus precios son ‘caribes’ (muy costosos). Acá sólo hay un tipo de nachos (tortilla chips), no hay tortillas de tacos y los panes y bizcochos se destacan tanto por su ausencia como por la falta de calidad de los pocos que aparecen. Así que me he vuelto una ‘montra’ (experta) en encontrar los lugares clave donde hacen bien cada producto y en hacer muchas de las cosas que me gustan y que no he podido encontrar. Ya luego haré un post con las recetas, por si te interesa explorar. ¿Lo positivo de mi abrupta incursión en la cocina desde cero (from scratch)? Sé lo que como, sé la calidad y cantidad de los ingredientes y más que nada: mi alimentación está libre de conservantes, colorantes y demás ‘pendejadas’ que nos están robando la calidad de vida.
Algo que no puede dejar de mencionarse al hablar de la cultura gastronómica etíope son las dos bebidas más populares: el Tej (vino de miel) y el café, cuyo consumo lleva toda una ceremonia que también detallaré en Cultoural.com. Pero esos, al igual que la Injera, merecen un post individual.
Los etíopes usan especias muy intensas, siendo las dos más famosas el Berbere, que pronuncian Barbarí y que viene siendo el equivalente al curry de la India y ‘Mitmita’, que suele ser extremadamente picante. Dicho sea de paso, quiero saber ¿te interesaría/atreverías a probar un poco de Berbere?
Y bueno, hasta acá llega esta entrada, si tienes algunas dudas puedes pregunta acá debajo, sino, nos leemos en un par de días más, que toca seguir viviendo para poder seguir contando.
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