Saludos saludables,
Por acá quiero ponerte un chin al día y contarte lo que pasó en estas últimas semanas.
Tengo que confesar que cuando a mi me dicen me voy a ir a un lugar nuevo una de las primeras cosas que hago es googlearlo para ver ‘klk’ ¡y Etiopía no fue la excepción! En mi búsqueda salieron, entre otras cosas, las tribus del Valle del Omo (sí, se llaman así mismo como el detergente) y desde que vi las fotos quedé fascinada pues es el tipo de cosas que salen en National Geographic o Discovery Channel. Me prometí a mí misma que iría y justo ahora, algunos meses después de mi llegada y tomando como excusa mi cumpleaños, pude cumplir mi auto compromiso y mi semana aniversaria se la dediqué a conocer las tribus del sur de Etiopía y posteriormente, en una continuación de la travesía, nos dimos un salto a conocer los más históricos destinos del norte.
Y fue así como, cuando cumplí 33 (el 30 del mes 03), el nuevo año de vida me agarró de la forma que yo quería: en medio de la aventura. ¿Lo mejor? Me acompañaron dos de mis personas favoritas del mundo mundial:
· Mi medio aguacate, dígase mi esposo Roland
· Mi ami-hermana (desde hace más de 25 años) Paula Sofía Espinal, quien pasó más trabajo que un catre viejo para venir desde RD y complacerme al ser mi primer regalo de cumple y la primera persona que viene a visitarme a África.
¿El segundo? Claramente el viaje que arrancamos casi de inmediato. La pobre Pau no acababa bien de llegar cuando se dio cuenta de que su maleta no había llegado, Murphy haciendo de las suyas para agregarle chispa al asunto. Y para colmo el plan era iniciar, prácticamente de inmediato, un trayecto de unas 8 horas en vehículo hacia la ciudad de ‘Arba Minch’ (que hasta aereopuerto tiene, pero el presupuesto no daba para avión).
Volviendo al punto…
Sí, entendiste bien: acabamos de llegar de conocer algunas de las más famosas tribus que aún existen en África y de ir a ver unas estructuras que parecen hechas por los alienígenas… y no, ¡no te estoy ‘tripiando’! Pero paso a paso y poco a poco, que hay demasiada info que procesar y compartir al punto de que casi me agobia todo lo que quiero contar (¿tiene sentido que me pase eso?).
Partamos por el SUR
Algo que debes entender es que en Etiopía existen más de 150 tribus y grupos étnicos con idiomas y estilos de vida extremadamente diferentes y es el sur del país donde se encuentran los grupos que han sido menos ‘afectados’ por la modernización y cuya realidad los deja, en buen dominicano, ‘má atrá quel’ último’, pero al mismo tiempo sin haber perdido aún del todo su autenticidad. Además de la diversidad a nivel humano, esta zona tiene regiones de magnífica diversidad tanto en la flora como en la fauna y claro, una de estas fue nuestra primera parada.
Para que te lo imagines en el calendario, Pau llegó el 30 y el 31 de marzo fue el día que oficialmente arrancamos la aventura. En la mañana nos fuimos al ‘Lago Chamo’ donde pudimos ver tanto hipopótamos como cocodrilos en su entorno natural. Toma en cuenta que cuando uso el plural no exagero: te juro que en un momento hasta me dio ‘teriquito’ el darme cuenta de que estábamos en un bote literalmente rodeados de al menos 15 cocodrilos GIGANTES y para muestra… una foto donde puedes ver un buen par.
Lo más cool es que justo en este viaje estaba estrenando una nueva óptica para la cámara, ideal para capturar vida salvaje, lo cual me permitió disfrutar de la experiencia como si estuviera a milímetros de distancia y apreciar detalles que resultan de otra forma casi imposibles de percibir… ¡Como la cantidad de caries y sarro que tienen los cocodrilos! O sea, mira 😛
Sí, ya sé que tienes que estar pensando que somos un trío de locos por estar tan cerca, pero al menos nosotros andábamos en un bote seguro, lo que me dejó anonadada fue ver a los pescadores que hacen kayak con árboles a pocos metros de ambos depredadores (hipos y cocods), como que no se los pueden literalmente comer de un bocado…
Y como la vida sabe hacer de las suyas, en medio de nuestra entretenida vuelta por el inmenso lago recibimos una llamada: ya estaba acá la maleta de Pau, el único detalle es que no volveríamos a la capital hasta dentro de 6 días más… ¡Pero al menos ya había maletas!
Como puedes entender, el día ya se había dado por pago y a penas estábamos a mitad planeada para la jornada.
Para colmo, cuando fuimos a comer nos encontramos nada más y nada menos que con la leyenda etíope del maratón olímpico Haile Gebrselassie y bueno, para que quedara evidencia hicimos un pequeño acto ‘groupie’ y le pedimos una foto porque ¿¡por qué no!?
Y bueno, ya paro de escribir que no quiero que te me agobies o aburras. Nos leemos pronto para seguir, ¡que hay mucho que contar!
Un abrazote desde África.
M.
Que maravilla Maricha. Me encanta leerte. Un abrazo!!
[…] cercano del tercer tipo con los cocodrilos e hipopótamos. Si te lo perdiste, échale un ojo en: Etiopía · Sur · Lake Chamo para que esto te haga […]