Cuando llegué a Addis el internet era un tema, no lo tenía siempre, no lo tenía fácil. Era la temida temporada de lluvia y sin vehículo, sin casa y casi sin ropa, faltaba un rato para encontrarle el “sweet spot” a la vida en Etiopía.
Estaba residiendo en uno de los más reputados hoteles de la ciudad, tenía que hacer diligencias burocráticas, establecer lazos e integrarme a una comunidad con la que no tenía nada en común, ni siquiera el idioma.
Aquellos días fueron una curiosa mezcla entre lo ostentoso y lo decadente… Así fue mi primera experiencia en África y, a diferencia de prácticamente todos los otros, este no era un viaje temporal.
Hace casi ya dos años de esa llegada y como en su momento mi instinto me llevó a documentar muchos de esos pasos iniciales y del proceso de adaptación en el que me asumí como #DominicanaenAfrica, ahora me encuentro con un cúmulo de historias que contar y de recuerdos que, dentro de nada y si no tomo acción, se volverán olvido.
Así que puede que use mi Instagram y que haga resúmenes por este canal, para volver momentáneamente a fragmentos del pasado y cerrar la tarea de su documentación. Sirvan estas imágenes e historias como recurso para la memoria: así vio y vivió África la dominicana que suscribe.