¿Klk con Addis?

Addis Abeba, aún en 2019, es una ciudad “in the making” (en construcción). Desde hace ya algunos años la inversión de China ha catalizado la economía etíope (y, según escuché de varias fuentes, también de gran parte del continente) apropiándose tanto del mercado de consumo como del productivo.

Los chinos fueron los responsables de hacer el tren (cuyas vías están visibles a la derecha y luego fondo-centro de esta primera imagen), han hecho las principales carreteras, los más modernos edificios y están en proceso de construcción de un mega estadio, de zonas industriales que a la fecha parecen ciudades fantasmas y de un inmenso centro de convenciones…

La intersección de esta foto es la del «Meskel Square» en el barrio de “Kazanchis” que hace algunos años fue viral en las redes sociales gracias a este caótico video que mostraba cómo era el tráfico justo antes de que se instalaran los semáforos que ves en mi foto.

Ojo, no creas tú que gracias a la tecnología la cosa ha mejorado mucho: justo en esta esquina, estando yo de copilota, chocaron dos veces el vehículo en que andaba y si te crees que enfrentarse a la policía dominicana no es fácil, verse cara a cara con la etíope es, jajajaja… mejor me autocensuro 😜.

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Que no te engañe, Addis Abeba NO es una ciudad pequeña. De hecho, hay quienes estiman que, en 2019, su población pudiera estar superando los 7.5 milliones de habitantes. Con esa densidad no es sorpresa que el tráfico sea simple y sencillamente caótico y que, como sucede en tantos otros países en vías de desarrollo, el sistema de transporte público no sólo es negligente, ¡no da a basto!.

En esta segunda foto se observa parcialmente «Meganagna» una de las más importantes arterias vitales, comerciales y probablemente la más frecuentada parada de autobuses y vehículos que usa “el pueblo”.

Nota que esta captura fue en un momento en que la zona estaba casi muerta pues cuando llega la hora pico las filas alcanzan a tener centenares de personas (sin exagerar), se juntan unas con otras y entrar a un vehículo evoca la ruptura de piñata en un cumpleaños infantil: todos se ponen en modalidad «a la garata con puño».

Lo curioso es que esta dinámica se mantiene intacta incluso cuando se está derrumbando el cielo porque el etíope está tan acostumbrado a la lluvia torrencial que no le tiene miedo al agua y sigue su vida y su rutina con un estoicismo que a mí, personalmente, me despierta admiración y respeto.

Dime, ¿esperabas que esta capital africana fuera así de poblada? Esa fue una de las primeras sorpresas que me llevé al convertirme en una #DominicanaenAfrica.

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